‘La noche temática’ estrena ‘El Ku Klux Klan: una historia americana’
Sábado 10 de abril, a las 23:40 horas, en La 2
‘La noche temática‘ ofrece esta semana ‘El Ku Klux Klan: una historia americana’, un análisis de más de 150 años de marginación, violencia y terror. Desde la abolición de la esclavitud en el siglo XIX hasta el populismo del período de entreguerras, desde la lucha por los derechos civiles de las décadas de 1950 y 1960 hasta los recientes disturbios en Charlottesville, la historia del Ku Klux Klan es inseparable de la de Estados Unidos.
‘El nacimiento de un imperio invisible’
En 1865, la Guerra de Secesión ha terminado. Pocos meses después se abolía la esclavitud. Un grupo de veteranos sudistas de origen escocés fundan una sociedad secreta que evoca los tiempos del sur esclavista: había nacido el Klan. El sur debía seguir en manos blancas. Los asesinatos y los linchamientos se disparan. El imperio invisible se convirtió gradualmente en una milicia violenta para aterrorizar a los esclavos liberados. En la vida cotidiana, los negros y los blancos no se mezclarían.
A comienzos del siglo XX, Estados Unidos atrae a oleadas de inmigrantes. El Klan había caído en el olvido, pero 50 años después de la Guerra de Secesión, iba a resurgir de sus cenizas. En 1915 se estrenaba en los cines ‘El nacimiento de una nación’, de David W. Griffith, que retrata la posguerra a su manera: los hombres del Klan son presentados como justicieros. La película reavivó la curiosidad por el Ku Klux Klan y un hombre iba a aprovecharse de ello: William Joseph Simmons, quien soñaba con recrear el Ku Klux Klan para hacer fructificar el legado sudista, y, de paso, ganar dinero.
La influencia del Klan en la vida política estadounidense era considerable. En los años 20, el Imperio Invisible tenía 11 gobernadores, 75 congresistas y 16 senadores; organizaba eventos, sus miembros acudían con esposas e hijos y reinaba un ambiente muy festivo. Llegó a tener a más de 4 millones de miembros en los años 20, antes de desaparecer.
‘El resugir’
Tras la Segunda Guerra Mundial, el Klan resurgió. Pero, el movimiento de derechos civiles empezó a exigir justicia. En diciembre de 1955, Rosa Parks se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco en un autobús. Al mismo tiempo, el pastor Martin Luther King lanzó una campaña de lucha no violenta para conseguir la igualdad entre los negros y los blancos. Aunque su movimiento era pacífico, la represión policial no lo era.
A pesar de los obstáculos, el 28 de agosto de 1963, más de 300.000 estadounidenses, blancos y negros, se manifestaban en Washington para exigir otra sociedad. Fue un momento único en la historia de EEUU. Martin Luther King expuso su sueño para Estados Unidos.
En el sur, los partidarios de la supremacía blanca estaban a la defensiva. Su respuesta fue la radicalización. Dos semanas después de esa gran marcha, el 15 de septiembre de 1963, en la Iglesia Bautista de la calle 16, en el corazón del barrio negro de Birmingham (Alabama), estallaba una bomba. Un atentado en el que cuatro niñas fueron asesinadas.
Aunque afortunadamente son menos frecuentes que en la década de 1960, los crímenes y la violencia racista siguen presentes. Se calcula que actualmente el Klan tiene cerca de 6.000 miembros activos; pero los grupos supremacistas blancos se han disgregado en un número infinito de células.