Hoy, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Cabe recordar que es la práctica más dañina, sin exagerar, que los seres humanos todavía, y bajo claras evidencias de peligrosidad para la salud, seguimos practicando. Es por ello que el consumo de tabaco ocasiona en España al menos 69.000 muertes prematuras
y consume más de 1,7 millones de años de vida anualmente. Bajo estas previsiones no cabe duda que este hábito es uno de los más perjudiciales para la salud de las personas.
Pero vamos a hacer una pequeña incursión en la historia de esta planta tan mundialmente conocida. El primer contacto de los europeos con el tabaco se produjo cuando les fue presentado por los indígenas locales en el segundo viaje de Colón al “nuevo mundo” (1493 -1496). Este viaje se centró en las diferentes islas del Caribe y se piensa que debido a esto, los españoles denominaron a una isla descubierta entonces, Trinidad y Tobago.
Al principio se pensó que la planta tenía propiedades curativas y así es, pero en cantidades ínfimas. Consumido reiteradamente y en grandes cantidades puede provocar y/o está relacionado con muchas enfermedades, pero sobre todo con afecciones del pulmón. El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central. Uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva y es la causa
por la que su consumo produce dependencia.
Durante la combustión del tabaco se originan más de 4.000 productos tóxicos diferentes. Entre ellos, destacan por su especial peligrosidad y por las enfermedades a que pueden asociarse, los siguientes:
- Alquitranes: responsables de los distintos tipos de cáncer.
- Monóxido de carbono: favorece las enfermedades cardiovasculares.
- Irritantes (fenoles, amoníacos, ácido cianhídrico): responsables de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
- Nicotina: causa la dependencia del tabaco. Tiene una vida media aproximada de dos horas, pero a medida que disminuye su concentración en sangre, se incrementa el deseo de fumar.
Fumar mata, por lo que dejar de fumar alargará la esperanza de vida, os dejo unas cuantas razones para dejar de fumar:
- Evita el cáncer. El tabaco se ha identificado como la causa de numerosos tipos de cáncer y entre ellos, especialmente el de pulmón, garganta, vejiga o boca, por citar algunos.
- Mejora la salud cardiovascular, mejorando la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, entre otros factores.
- Evita la insuficiencia respiratoria o enfermedades como la EPOC.
- Reduce la posibilidad de sufrir infecciones de las vías respiratorias.
- Mejora la fertilidad.
- Evita problemas de disfunción eréctil.
- Evita el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas.
- Recupera el sentido del olfato y el gusto.
- Mejora el aliento y la salud bucodental.
- Mejora la capacidad de esfuerzo físico.
- Deja de roncar.
- Tener una sexualidad más plena y satisfactoria.
- Aumenta la autoestima.
- No tener que estar pendiente del tabaco y de dónde se puede fumar.
El tabaco es perjudicial también para los no fumadores y se ha demostrado que las personas que no fuman, pero que respiran el aire contaminado por el tabaco (fumadores pasivos) también corren riesgos. Al inhalar el aire contaminado por el humo del tabaco incrementa el riesgo de padecer las mismas enfermedades de corazón y de pulmón que los fumadores. Además, si padecen problemas alérgicos, asmáticos o cardiovasculares, pueden ver agravada su sintomatología.
La Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo como distintas modificaciones a la ley, reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, supuso un hito importante en la política de nuestro país en la lucha contra el tabaquismo, tanto en lo que se refiere a la prohibición de fumar en lugares públicos como a las medidas encaminadas a potenciar la deshabituación del tabaco y a tratar de erradicar a medio y largo plazo el hábito de fumar.
Desde el Ministerio de Sanidad se han desarrollado planes que incluyen campañas de información y sensibilización de la población sobre los daños que provoca el consumo de tabaco entre la población en general, pero sobre todo entre los jóvenes. Además, se dan facilidades para dejar de fumar en las consultas de los profesionales de la medicina de familia.
Apostemos por un mundo libre de humo a través de la educación temprana, eduquemos a nuestras hijas e hijos por una vida sana.
Mihaela Bobocescu
Secretaria de Políticas Sociales y Sanidad del PSPV-PSOE ELX