NACIONAL

La vicepresidenta del Gobierno reivindica la Constitución y la democracia frente a los populismos que destruyen la idea de Europa

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, ha afirmado en la Comisión de Calidad Democrática del Congreso que "para que el Estado sea democrático y de derecho tiene que ser Estado social"

Carmen Calvo ha defendido la Constitución y la democracia “frente a populismos, nacionalismos y posiciones radicales” que destruyen la idea de Europa. En ese sentido, ha destacado el “sentimiento constitucional” alcanzado en España “de que la democracia está en la Constitución” porque “nos pertenece, nos ampara, nos mejora, nos traza el camino y nos protege”. Al mismo tiempo, ha añadido, “hay un sentimiento de reforma” que “deberíamos abordar con la transcendencia que requiere”.

En la comparecencia ante la Comisión para la auditoría de la calidad democrática, la lucha contra la corrupción y la reformas institucionales y legales, la número dos del Gobierno ha afirmado que la democracia es “un sistema ético de convivencia” y “para que el Estado sea democrático y de derecho tiene que ser Estado social” porque “en dificultades de precariedad de vida no puede haber libertades ni ejercicio de derechos”.

Calvo ha señalado que frente a “prédicas teóricas” es necesario trabajar “en los espacios donde la igualdad se construye, y se construye en la redistribución de los recursos”. Así, ha añadido, “nos disponemos en la acción de Gobierno a restañar algunas de las asimetrías y las desigualdades injustas que ha provocado la crisis económica, el desgaste de las instituciones y la corrupción, que ha supuesto para los ciudadanos una situación de desafección”.

La vicepresidenta ha hecho especial hincapié en que “para fortalecer la democracia hay que fortalecer la igualdad entre hombres y mujeres, de la que cuelgan las demás igualdades” y ha agregado que “seremos una democracia más fuerte cuando las mujeres ejerzan plenamente sus derechos de ciudadanía”.

Calvo ha hecho referencia al “nuevo espacio político” con “novedades que nos colocan en un tablero distinto, de mayor pluralidad política” que requerirá “negociar, dialogar, establecer lealtades en las instituciones y encontrar también espacios de acuerdo” para “transformar una cultura de confrontación constante en una cultura de colaboración”.

Por otro lado, la vicepresidenta ha destacado la recuperación de derechos del Gobierno en poco más de cuatro meses: derecho a la sanidad universal, la creación del alto comisionado para la pobreza infantil, el desarrollo de la ley de dependencia, el plan de empleo digno o la fiscalidad. “No vamos a cargar ni un solo milímetro de presión fiscal sobre las clases trabajadoras que han pagado la crisis. Eso es incontestable. Vamos a realizar una política fiscal que permita recuperar el Estado del bienestar”, ha afirmado Calvo.

También se ha referido al compromiso del Gobierno en el ejercicio de una ciudadanía plena y sin discriminaciones para las personas con discapacidad, con medidas como la revisión del artículo 49 de la Constitución y el reconocimiento del derecho al sufragio de personas con discapacidad intelectual.

Sobre la conocida como ‘Ley mordaza’, la vicepresidenta ha afirmado que “el Gobierno garantizará los derechos y libertades fundamentales, y tendrá especial atención con uno de los derechos básicos en democracia, como es la libertad de expresión y el acceso de los ciudadanos a una información veraz”.

Entre otras cuestiones, Calvo ha abordado en su intervención la futura Ley de Protección de Testigos, en la que trabaja el Gobierno, así como el refuerzo de la protección de los denunciantes, con el objetivo de prevenir y mejorar la lucha contra la corrupción, en línea con el contenido de la Directiva Europea sobre esta materia que se tramita en estos momentos. El objetivo, ha dicho, es “contribuir de manera clara y contundente al reforzamiento de Europa” porque “el mundo necesita una Europa que destile democracia”.

Sobre la prohibición de los indultos para los condenados por delitos de corrupción política en que trabaja el Gobierno y la reforma para la restricción de los aforamientos, Calvo ha aseverado que hay que eliminar cualquier sombra de privilegios porque “todos somos iguales ante la ley.  Se trata de que las mismas leyes sean aplicadas a todos y de la misma manera”.

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