Al emotivo acto de inauguración de la renombrada vía asistieron el alcalde, Carlos González, los ediles María José Martínez, Patricia Macià, Héctor Díez y Felip Sànchez, familiares, amigos y miembros de la comunidad educativa local
Elche ya cuenta en su callejero con una vía bautizada en reconocimiento al catedrático de instituto Eduardo Vaquero Hernández, que, con casi cuatro décadas de trayectoria en su haber, desarrolló gran parte de su carrera docente como profesor de Filosofía en el histórico instituto La Asunción. Precisamente, en la tarde de ayer, a las 18:30 horas, el salón de actos del centro acogió el homenaje a una figura que dejó huella en varias generaciones de ilicitanos e ilicitanas.
El alcalde, Carlos González, la concejala de Educación, María José Martínez, los ediles Patricia Macià, Héctor Díez y Felip Sànchez, el director del IES La Asunción, Félix Arias, junto familiares, amigos, exalumnos y miembros de la comunidad educativa local, recordaron la vida y las enseñanzas de Vaquero, ilicitano de adopción que nació el 24 de octubre de 1943 en Malpartida de Corneja (Ávila), según refleja la web de la Cátedra Pedro Ibarra de la UMH.
Licenciado en Filosofía y Letras, y diplomado en Psicología por la Complutense, Vaquero comenzó su trayectoria profesional de casi cuatro décadas en Madrid. Durante cuatro años permaneció en un centro privado hasta que en 1970 entró por oposición en el instituto de Torrevieja, extensión del Femenino de Alicante, del que fue jefe de estudios y director. Siete años después recaló en La Asunción, del que igualmente fue secretario y director hasta su jubilación en 2004. Vaquero falleció el 5 de marzo de 2019 a los 75 años, víctima de un incendio en su domicilio de la calle Vicente Blasco Ibáñez, un hecho que consternó al municipio.
González, como exalumno de La Asunción, recordó el respeto, el cariño y la admiración que despertaba Vaquero entre los estudiantes, incluso entre quienes no lo tenían como docente. “No era solo profesor de sus alumnos, sino de todos”, dijo, rememorando cuando, tras dejar las aulas, reencontrarse con él significaba una oportunidad para conocer su punto de vista crítico y reflexivo sobre lo que acontecía en la sociedad. Alguien que, siguió el alcalde, “dejó una profunda huella entre sus compañeros, vecinos, amigos y, sobre todo, en la comunidad educativa entre los que fueron sus alumnos y alumnas”.
“Por ello la importancia de transformar nuestro callejero para que personas como Vaquero pasen a la historia dejando su nombre en una de las calles de Elche”, explicó González. El responsable del Equipo de Gobierno reiteró que dedicarle un espacio público modificando el callejero de la ciudad a alguien de la talla el homenajeado es un acto enormemente importante para adecuarlo y adaptarlo a los valores dominantes de la colectividad ilicitana y que el mismo sea un reflejo del sentir de la ciudad.
Su hija, tras dar las gracias al Consistorio ilicitano y al instituto La Asunción en nombre de la familia, subrayó el orgullo que significaba para la misma este homenaje a su padre, del que constató su gran valía, honestidad, espíritu de trabajo, compañerismo y humanidad, “méritos de los que jamás hizo gala por su gran discreción”. Una persona, glosó, volcada en cuerpo y alma a su trabajo docente y que hizo una gran aportación a la educación de los y las jóvenes de la localidad. “Su trabajo y su vida han sido testimonios y motivación para amar los libros, el conocimiento y animar a los jóvenes a pensar sin miedo y a labrarse su propio futuro”, continuó visiblemente emocionada Sofía Vaquero.
Por su parte Arias, que manifestó el “privilegio de conocer y compartir camino con aquel que vino de Castilla a sembrar de sabiduría y espíritu crítico a los ilicitanos”, destacó no solo sus profundos conocimientos en diversas materias sino su calidad humana e historia de amor “a la enseñanza, a la filosofía y a la verdad”. El director de La Asunción, que expresó el profundo dolor por su pérdida, pero alegría por haberlo conocido, reafirmó en que “fue un gran profesor y una de las mejores mentes de Elche, cuyas reflexiones guardaremos como un gran tesoro”.
Las inclemencias meteorológicas no empañaron el acto. El cant dels ocells, interpretado por un dúo de violín, dio paso, ya en la puerta del centro, al descubrimiento de la placa del carrer Professor Eduardo Vaquero, antigua calle Teulada. “A partir de ahora, siempre que pongamos el nombre del instituto aparecerá que está en la calle Profesor Eduardo Vaquero, el mejor sitio que podíamos elegir”, expresó Arias luego de agradecer el gesto al Ayuntamiento.