“Antonia Mecha Campello fue, ante todo, una mujer pionera, valiente y comprometida, con una vida dura y con unos valores con los que nos sentimos identificados la mayoría de los ilicitanos e ilicitanas”, afirma González sobre la docente que sufrió la represión tras la Guerra Civil Española
El Ayuntamiento de Elche reanudó en la tarde de ayer la feminización del callejero tras dos años de pandemia con la inauguración del Jardí Mestra Antonia Mecha Campello, situado en el barrio del Pla, frente al mercado de abastos de San José.
El alcalde, Carlos González, acompañado por los ediles María José Martínez, Esther Díez, Patricia Macià, Héctor Díez, Puri Vives y Felip Sànchez, entre otros miembros de la Corporación Municipal, así como de familiares de la homenajeada y una nutrida cifra de vecinos y vecinas, manifestó que se retoma el compromiso de humanizar, democratizar y feminizar el callejero nombrando espacios públicos en honor a personalidades del ámbito local.
“Antonia Mecha Campello fue, ante todo, una mujer pionera, valiente y comprometida, con una vida dura y con unos valores con los que nos sentimos identificados la mayoría de los ilicitanos e ilicitanas”, dijo el alcalde, destacando que para abrirse camino debió “esforzarse y trabajar muy duro”, además de “luchar por sus convicciones y por una sociedad mejor”. Por lo que, bautizando un espacio público con su nombre, “hacemos justicia a su memoria”, agregó González.
“Fue una mujer emprendedora y una luchadora para la época”, recalcó la sobrina de Mecha Campello, Gabriela Grau. Ella y su hija –la maestra Lorena Coves– agradecieron el gesto al Ayuntamiento. Asimismo, Grau valoró el acto como “un referente para todas las mujeres que lucharon por la República y en la posterior guerra, siendo masacradas, humilladas y torturadas”. Pese a ello, hizo un llamamiento a “conseguir la reconciliación” y “olvidar las rencillas”.
Una existencia truncada por la Guerra Civil
Nacida el 25 de enero de 1915 en Elche, Antonia Mecha Campello, tal como ha recordado el responsable del Equipo de Gobierno, fue una mujer pionera, entre otras razones, porque estudió y fue maestra en tiempos en los que acceder a las aulas era infrecuente para las familias obreras. Máxime si eran mujeres. De hecho, sus padres eran alpargateros y ella se costeó el bachillerato trabajando igualmente en la alpargata.
“No se conformó con ser docente y transmitir conocimientos. Comenzó la carrera de Medicina en Murcia”, añadió González, quien lamentó que debiera abandonarla por culpa de la Guerra Civil Española.
Ese espíritu por romper los techos de cristal existentes en la primera mitad del siglo XX se vio truncado por la posguerra. Según cuenta la Cátedra Pedro Ibarra de la UMH, Mecha Campello sufrió la represión franquista por sus ideas, con vejaciones como el corte de pelo al rape y el aceite de ricino, y la privación de libertad en diferentes cárceles de la provincia entre 1939 y 1945 pese a las insignificantes acusaciones.
Tras el incidente con un vecino en el que fue insultada, la otrora maestra en el Huerto de San Plácido comenzó gradualmente a desarrollar patologías mentales, lo que la llevó a residir en diferentes instituciones psiquiátricas hasta los 90 años, falleciendo el 2 de diciembre de 2004 en el Hospital Psiquiátrico de San Juan de Alicante.
“La historia de Antonia Mecha Campello es digna de ser rememorada”, señaló González, que, tras el paréntesis pandémico, reitero, “hemos recuperado salir a la calle, a las plazas y el dedicar espacios públicos a ilicitanos e ilicitanas que por alguna razón han destacado social, profesional o políticamente”. Una iniciativa que “humaniza a la ciudad y al callejero”, concluyó.
Desde 2015, el Gobierno municipal trabaja con el fin de paliar la brecha de género existente en nuestro callejero nominando calles y jardines honrando a las mujeres que con sus aportaciones han hecho de la ilicitana una sociedad mejor.