Entre los arrestados hay “químicos”, individuos muy avezados en el procesamiento y la adulteración de la droga para aumentar su cantidad para su venta, y que eran contratados por otras organizaciones dedicadas al narcotráfico
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la localidad malagueña de Estepona un laboratorio clandestino dedicado a la manipulación y alteración de sustancias estupefacientes. Cuatro personas han sido detenidas como presuntos miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína a gran escala, entre los que se encuentran los denominados “químicos”, personas encargadas de manipular la sustancia para aumentar su cantidad para su venta.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización dedicada al narcotráfico en la provincia de Málaga. Tras diversas vigilancias policiales sobre los sospechosos, los agentes pudieron comprobar que disponían de dos viviendas en las localidades de Mijas y Estepona. Esta última era utilizada como laboratorio o caleta, donde manipulaban y ocultaban la sustancia estupefaciente.
Durante la vigilancia, los agentes detectaron que los investigados realizaban movimientos para traspasar las sustancias estupefacientes de un vehículo a otro. En uno de esos pases, los policías interceptaron un turismo y lograron la incautación de un kilo de cocaína y la detención del conductor.
Ante la posibilidad de que los investigados pudieran disponer de más sustancias estupefacientes en las viviendas de Mijas y Estepona, se procedió a la entrada y registro de ambos domicilios, encontrando en este último cuatro habitaciones destinadas a la instalación de un laboratorio clandestino donde manipulaban y adulteraban la cocaína. También hallaron numerosos bidones de precursores, además de sustancias para el corte y cuantiosos utensilios.
En la vivienda de Mijas, los agentes hallaron cinco kilogramos de cocaína y diverso material y líquidos precursores para adulterar la sustancia. Allí se practicaron las tres últimas detenciones, dos individuos de nacionalidad venezolana y uno de nacionalidad colombiana.
Cocaína de menor pureza para obtener mayor rentabilidad y beneficio
La organización estaba compuesta por individuos muy avezados en el tráfico de drogas y, más concretamente, en el procesamiento y adulteración de clorhidrato de cocaína. Por ello, eran contratados por otras organizaciones dedicadas a la introducción de grandes cantidades de esa sustancia. Tras ser almacenada, era transformada en nuevos paquetes de un kilogramo de cocaína con una menor pureza, por lo que conseguían obtener una mayor rentabilidad y beneficio. Dichas organizaciones suministraban las cantidades de sustancia que el laboratorio y sus responsables eran capaces de procesar, unos cincuenta kilogramos semanales.