El protocolo recoge aspectos como la mejora de la movilidad sostenible y la eficiencia y suficiencia energética, además de la conciencia medioambiental y la puesta en marcha de acciones conjuntas de I+D+i
Ambas instituciones, pública y privada, también pretenden, a través de este protocolo de colaboración, explorar e iniciar diversas acciones con las que poder prestar ayuda social y formación profesional a los miembros de las mismas
El Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y la Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, han firmado hoy un protocolo de colaboración con el que pretenden mejorar la sostenibilidad en materia de movilidad, entre otras metas. El acuerdo entre la institución y la compañía multienergética busca impulsar aspectos como la sostenibilidad ambiental, a través del autoconsumo y promocionar la cultura de seguridad y medioambiental. Son ámbitos en los que ambas instituciones comparten muchos intereses, y en los que la Guardia Civil pretende avanzar, desde su vertiente operativa con el SEPRONA, como máximo exponente de su autoexigencia en materia medioambiental.
Así, el protocolo contempla la posibilidad de iniciar programas de actuación enmarcados en la instalación de puntos de recarga eléctrica y autoconsumo mediante energía solar fotovoltaica. A su vez, se podrán intercambiar experiencias de servicios y productos entre ambos colectivos, y acciones conjuntas de I+D+i en beneficio de la seguridad, a través de equipos, infraestructuras y recursos conjuntos de trabajo entre ambas instituciones.
Esta colaboración se enmarca dentro de las líneas estratégicas institucionales de la Agenda 2030 que el instituto armado tiene programadas, a través de los planes del gobierno y ministeriales. Ambas organizaciones asumen, individualmente, y de forma conjunta, por esta alianza, compartir sinergias que favorezcan el desarrollo de iniciativas en materia de sostenibilidad que beneficien a ambos organismos.
Este acuerdo se traducirá en la puesta en marcha inmediata de programas de trabajo conjuntos que recogerán las preocupaciones medioambientales y éticas, en la práctica empresarial y en la ejecutoria del servicio a la ciudadanía, como es el respeto de los derechos humanos y el diálogo social por el que conocer y acercarse a las inquietudes ciudadanas.
El citado protocolo contempla, igualmente, elementos de mejora y apoyo para los integrantes de ambas organizaciones, dentro de la promoción de la cultura de seguridad y la acción social.
En este sentido, la Guardia Civil está en fase de aprobar su II Plan de Sostenibilidad (2021-2025) cuya orientación está plenamente alineada con el recientemente aprobado Plan Estratégico 2021-2025 de Repsol. Los dos planes desarrollan las hojas de ruta de ambas instituciones para integrar la sostenibilidad dentro de sus respectivos campos de actuación.
El protocolo de colaboración firmado también persigue lograr algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que Naciones Unidas lleva impulsando desde 2015:
- ODS7: Energía asequible y no contaminante
- ODS9: Industria, innovación e infraestructuras
- ODS11: Ciudades y comunidades sostenibles
- ODS13: Acción por el clima
En este sentido, Repsol lleva años inmersa en un proceso de transformación y de diversificación de sus negocios con el objetivo de liderar la transición energética, siendo la primera compañía de su sector que apoyó el Protocolo de Kioto, la primera en emitir un bono verde y, también, en diciembre de 2019, la primera en fijarse la meta de ser una compañía con cero emisiones netas en el año 2050.
Además, Repsol lidera el suministro multienergético en España, aportando soluciones que mejoran la eficiencia, aumentando el peso de energías de bajas emisiones y desarrollando productos y herramientas digitales.
La Guardia Civil, respecto al empleo de sus recursos (vehículos, embarcaciones, aeronaves) consumidores de energía, cuenta además con más de 2.300 infraestructuras. Por ello, dentro del nuevo marco de las estrategias institucionales frente al impacto de su uso y consumo, la Guardia Civil se quiere constituir como un elemento esencial para hacer llegar los nuevos desarrollos, que en breve la tecnología hará posible y rentable en sus ámbitos de actuación. Además, la institución aporta un carácter de modernidad a nivel internacional, a través de su participación en misiones y programas de la acción exterior del Estado.