Nuestro Punto de Vista

Y entonces, Bárcenas, dejó de ser fuerte

A nadie debería extrañar que el que fuera Tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, tirara de la manta después de afirmar, por activa y por pasiva, que si su mujer entrara en la cárcel, el “cantaba”

El escrito presentado por Bárcenas a la Fiscalía señalaría, con todo detalle, la forma de actuar de un partido que durante casi tres décadas se ha presentado a las diferentes elecciones de forma “dopada” y saliendo con la ventaja de poder “ofertarse” con más presupuesto que el resto de partidos.

Colaboración con la justicia

Bárcenas afirma en su escrito su “voluntad de colaborar con la justicia” en los distintos procedimientos “en los que haya lugar” contándole a la Fiscalía que en julio de 2013 ya confesó ante el juez la existencia de una caja b en el PP y los detalles de la misma.


Luis Bárcenas, extesorero del PP

El extesorero indica a la Fiscalía que mostró a Rajoy, en el año 2009, documentos que contenían información de la financiación ilegal del PP y que el entonces presidente del Gobierno, los metió en una trituradora de papeles haciéndolos desaparecer pero, sin saber, que el extesorero se había quedado con copia de cada uno de ellos.

Dinero en b a cambio de contratas públicas

Luis Bárcenas afirma, en la declaración ante la Fiscalía, que parte de las donaciones percibidas por el PP pudieron estar ligadas a adjudicaciones de contratos por parte de administraciones de los distintos Gobiernos populares, es decir, se circunscribirían a un delito de cohecho.

El motivo que alega para este “tirar de la manta” y romper ahora su silencio se debería a que “le prometieron que su mujer, Rosalía Iglesias, no ingresaría en prisión”.

Según el extesorero popular, al tener conocimiento de los hechos acaecidos en la denominada Operación Kitchen, donde se revelan el montaje de seguimientos y vigilancias ilegales “con uso de fondos reservados ordenados por altos cargos del entonces Gobierno y que pertenecían al Partido Popular, con la inestimable colaboración de altos cargos policiales” le han hecho reflexionar y ha recordado que “estas actuaciones han llegado hasta el punto de lograr la sustracción de documentación sensible al Partido Popular, de la que es buen ejemplo el robo en el estudio de mi mujer donde desaparecieron pendrives y diversos papeles que eran comprometedores a esta pieza y a otras que están siendo investigadas en otras piezas”.

30 años de financiación ilegal

Según Bárcena “desde 1982 existió institucionalizado un sistema de financiación del PP con percepciones en b que se realizaban a través de donativos” y que en “2008 existían unos ingresos anotados en esta contabilidad paralela de 1.000.000 de euros de los que se destinaron en torno a 900.000 euros con cargo a aquellos fondos b a la remodelación de la sede del Partido Popular en Madrid en la calle de Génova número 13”.

Esa denominada “caja b del PP” estaría compuesta “de donativos o aportaciones efectuadas por personas relacionadas con empresas beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas”.

Esta operación se realizaba “con entregas en metálico que se hacían directamente a Álvaro Lapuerta, estando yo presente en algunas de ellas” siendo el propio Lapuerta “la persona designada de poner en conocimiento al ministro que fuera competente en razón de la obra o servicio al que pudiese afectar la concreta adjudicación pública”.

Si esto, ya de por sí, es un verdadero escándalo, Bárcenas destapa que era perfecto conocedor Mariano Rajoy de esta financiación “hasta el punto que en 2009 tuvimos una reunión en su despacho en el que mostré los papeles de esta contabilidad b, espetándome que cómo podía seguir conservando toda esta documentación comprometedora, que terminó, personalmente, destruyéndola en la máquina destructora de papeles, sin saber que yo guardaba copia de esta documentación, gran parte de la cual me ha sido sustraída del estudio de mi mujer cuando entraron a robar en el mismo”.

“M. Rajoy”, sorprendentemente, es Mariano Rajoy

El extesorero señala los nombres de altos cargos del PP que percibirían complementos salariales entre los que se encuentran “Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, Federico Trillo, Pío García Escudero, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato y Jaime Ignacio del Burgo” afirmando que. “estas entregas eran realizadas, personalmente, por Álvaro Lapuerta y en ocasiones por mí”.

Bárcenas sostiene estas afirmaciones apoyándose en que “existe una grabación en la que Álvaro Lapuerta habla de las entregas, entre otros, a Mariano Rajoy”.

Con respecto a otros pagos, Luis Bárcenas, hace referencia al pago de parte de las obras de Génova 13 (sede del PP en Madrid) en b, o la adquisición de acciones del diario Libertad Digital (cuyo presidente es Federico Jiménez Losantos) ya que “era afín a las ideas del PP y a las tesis de autoría de ETA en el 11-M”.

Aznar no se libra

Según información del diario El País de hoy jueves, “Bárcenas se ofrece a destapar el cohecho del Gobierno de Aznar” intentando así colaborar ante el juez para la investigación de hasta 23 contratos de cinco ministerios por un valor superior a los 600 millones de euros.

Hasta aquí los hechos, ahora vienen las reacciones

En el PP solamente se ha pronunciado (hasta el momento) a través del portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto. En sus declaraciones ha señalado que “Bárcenas es un ejemplo de lo que no hay que hacer, ni en el PP, ni en ninguna otra cuestión” y que en todos los partidos “siempre ha habido una oveja negra”.

Maroto sostiene que “no le importa en absoluto lo que pueda decir Bárcenas, porque es parte del pasado que el partido ya ha olvidado” y ha finalizado sentenciando que la dirección del Partido Popular “no tiene nada que opinar de un señor que está en la cárcel por hacer daño al PP y al conjunto de la política en España“.

Huyendo de su responsabilidad

El PP con esta estrategia demuestra, a mi forma de ver, que huye de su responsabilidad y, como avestruz en peligro, hunde su cabeza en el fondo de la tierra haciéndonos creer que esto no va con ellos. Sin saber que lo que está hundiendo es la dignidad de miles y miles militantes de este partido y la vergüenza de los millones de votantes de esta formación política.

En definitiva el Partido Popular, como tal, no merece una dirección política presidida por Pablo Casado que no se enfrenta a la realidad, no asume los hechos… y quien no asume su pasado, vive sin raíces, vive sin conciencia.

Antonio J. Rodríguez