Las concejalías de Cultura y Juventud, y la Plataforma de Teatro Amateur de Elche, fueron reconocidas por su intensa dedicación en constituir el evento en un año marcado por la pandemia
La Mostra de Teatre Amateur Dama d’Elx echó el telón anoche con un duelo de improvisaciones que congregó a cerca de doscientos espectadores en el Gran Teatro. La XXV edición –marcada por el riguroso cumplimiento de las medidas de seguridad sanitarias– ha brillado con especial intensidad por ser la del centenario del coliseo ilicitano y, sobre todo, la del cuarto de siglo de un evento respaldado por las concejalías de Cultura y Juventud, y que nació en 1996 a iniciativa de Atrote Teatro para más adelante, en el 2000, tomar el relevo organizativo La Plataforma de Teatro Amateur de Elche, entidad de enhorabuena al cumplir dos décadas.
La responsable de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Elche, Marga Antón, y la directora de La Plataforma, Consuelo Pérez, clausuraron la Mostra número 25 con sus intervenciones en las que, además, fueron reconocidas las organizaciones que encabezan por su intensa dedicación en constituir una edición “en un complicado 2020”, según Antón; especialmente para el sector cultural, cuyo fruto, durante el confinamiento, fue “el bálsamo más eficaz para el dolor de las ausencias”.
Antón, que lamentó las aciagas circunstancias que obligaron a paralizar la cultura en el municipio, declaró sentirse satisfecha “porque la reapertura del Gran Teatro haya sido de la mano de La Plataforma”, agradeciendo a la misma y a las agrupaciones teatrales adheridas “el enorme esfuerzo por seguir haciendo una cultura segura y darlo todo en la Mostra ante los ojos emocionados de la platea y sus cariñosos aplausos, que son el principal alimento de los artistas vocacionales como vosotros, compensando las muchas horas de ensayos”.
Por su parte, Pérez dio las gracias al Ayuntamiento por “apostar e invertir en esta XXV Mostra que ha debido sortear, con ayuda de las compañías participantes, prejuicios, desconfianzas y miedos para que se llevara a cabo”. La directora de La Plataforma, asimismo, continúo diciendo que “las ganas de teatro superan todas las trabas”, y que “el potente y abundante teatro amateur ilicitano llena con su valentía un Gran Teatro que ya forma parte de la Mostra y viceversa”. También expresó que el evento es “un servicio cultural único que acerca el teatro y facilita a cualquiera pasar de consumidor a creador”, animando a las compañías a que “vuelvan a confiar en la Mostra para avanzar y aprender”.
Tras las alocuciones de ambas, los equipos rojo y verde, formados por alumnos del Taller de Improvisación de La Plataforma, se enfrentaron en el escenario en un espectáculo único: un duelo de improvisaciones arbitrado (‘Match de impro’) en el que la audiencia escogió a los ganadores de los diferentes retos a través de la sonoridad de sus aplausos, resultando en una noche magnífica para la cultura local en el singular espacio escénico que es el otrora teatro Kursaal.
Amén del ‘Match de impro’, y de la exposición virtual que recorre los 25 años de Mostra a través de su cartelería, un centenar de personas entre actores, directores, técnicos o músicos –repartidas en siete compañías amateur que igualmente fueron galardonadas por su contribución– pudieron mostrar su talento sobre las tablas del Gran Teatro, del jueves 17 hasta ayer sábado 26 de septiembre, ante un total de 1.600 asistentes. La cifra de público, inferior a la del año pasado por las limitaciones de aforo consecuencia de los protocolos anticoronavirus, no impidió que las obras de la Mostra colgaran el cartel de “completo” cada velada.
Una vez concluida las funciones, el último acto fuera de los focos se realizará el sábado 3 y domingo 4 de octubre, en el CCCE L’Escorxador, en forma de Taller de Producción Teatral y Recursos, impartido por Carlos Maciá y cuyas plazas enseguida se agotaron.
“El teatro nació de la necesidad del ser humano de comunicarse con sus semejantes”, aseveró la edil antes de despedir la XXV Mostra. “Hoy día, pese a su condición de arte efímero, continúa siendo un lenguaje universal imprescindible para comprender el mundo, cuya magia reside en la emoción del instante que se desvanece en la memoria, y que ha sobrevivido a los avatares de la historia y superará estos tiempos difíciles”.