OPINIÓN

La vida y la democracia en tiempos de pandemia

En la nueva normalidad toda nuestra vida parece girar en torno al COVID 19

La acción negociadora desplegada en Europa para sacar adelante los fondos de recuperación y las atípicas elecciones celebradas en Eukadi y Galicia son ejemplos de tiempos de democracia en tiempos de pandemia

En la nueva normalidad toda nuestra vida parece girar en torno al COVID 19. Lo público y lo privado, la vida y la muerte lo determina la pandemia. Desde el emotivo homenaje de Estado a las víctimas por el coronavirus celebrado el jueves a la acción negociadora desplegada en Europa para sacar adelante los fondos de recuperación tienen un origen comúnSon tiempos de democracia en tiempos de pandemia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha emprendido una gira europea para negociar el Plan de Recuperación que se debatirá en el Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas este viernes y sábado. A lo largo de esta semana, Sánchez se ha reunido con los líderes de los Países Bajos, Mark Rutte; Alemania, Angela Merkel; Suecia, Stefan Lofven, y Francia, Emmanuelle Macron, para encontrar puntos de acuerdo ante la decisiva Cumbre Europea.

Desde que por primera vez, Sánchez planteara la necesidad de un Plan Marshall para Europa, con un programa masivo de transferencias para hacer frente a la crisis provocada por la covid-19, el presidente socialista ha mantenido un papel activo en la búsqueda de un acuerdo. La Comisión Europea respaldó este planteamiento, con la propuesta Next Generation EU, que incluye un fondo de 750.000 millones de euros para los países más afectados, de los cuales 500.000 serían transferencias directas, y el resto, préstamos.

Los socialistas europeos defendemos que estos fondos no se vinculen a una condicionalidad macroeconómica, dado que esta crisis se debe a motivos exógenos, y no a fallos sistémicos, y esta opción supondría una vuelta a la austeridad y el deterioro de las condiciones de vida que ya conocemos. No es solo una cuestión de solidaridad, sino de apostar por un proyecto europeo común, porque de esta crisis solo podremos salir si lo hacemos juntos.

Por otro lado, el pasado día 12 se celebró la jornada electoral que debía decidir la formación de los nuevos parlamentos en las Comunidades Autonómicas de Galicia y el País Vasco. Una convocatoria aplazada por la irrupción desbocada y cruel de una infección que ha dejado tras de sí decenas de miles de muertos y que continúa aún a día de hoy sin control en una gran parte del mundo.

Estas elecciones han sido las más atípicas de nuestra democracia. El coronavirus sigue estando entre nosotros y por tanto las medidas de seguridad sanitaria, la higiene, el distanciamiento, la utilización de mascarillas de protección y la incertidumbre han sido una constante a lo largo de la jornada.

En Galicia, el equipo de Gonzalo Caballero obtuvo un 19,38% de los sufragios lo que le da derecho a ocupar 15 escaños en el parlamento autonómico. Una continuidad que afianza la presencia socialista en un panorama construido desde antecedentes dinámicos muy concretos y donde el actual presidente de la Xunta, el conservador Alberto Núñez Feijóo, revalida su mayoría absoluta.

En Euskadi, el PSE-EE liderado por Idoia Mendía ha obtenido un 13,64% de los votos, ocupando 10 escaños de la cámara vasca. El PNV continúa siendo el partido que logra más representación aunque el resultado le es insuficiente para gobernar la comunidad sin alcanzar acuerdos de legislatura.

En una lectura más cenital del día lo más destacable, sin lugar a dudas, es la normalidad en una jornada electoral atípica y difícil. Esto constata la capacidad de adaptación del proceso democrático a la nueva normalidad y cómo ésta ha sido aceptada por el conjunto de la ciudadanía. La gran incógnita estaba en el índice de participación. Otras experiencias en Europa apuntaban a la posibilidad de una abstención elevada, pero con una participación media registrada en torno al 53% quedaba despejada la incertidumbre. La responsabilidad social ha triunfado de nuevo.

En la Comisión Ejecutiva Federal, se analizaron los resultados de ambos comicios, concluyendo que en ambos territorios hemos consolidado nuestras posiciones e incluso mejoradoAhora hay por delante cuatro años de pasión para las compañeras y compañeros gallegos y vascos. El gran trabajo que realizaron tanto Gonzalo Caballero como Idoia Mendía durante la campaña continuará con el desarrollo de la acción política en sus comunidades. La voz de las trabajadoras y los trabajadores, de los más vulnerables tendrá su eco en la búsqueda de acuerdos para que desde el cogobierno o la oposición se pueda continuar con la misión de desarrollar políticas justas y equilibradas consolidando el estado del bienestar, asegurando el progreso, que son bandera en el programa socialista.

Editorial de `El Socialista´

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