El Grupo Socialista ha respaldado hoy el nuevo impuesto de transacciones financieras, que continúa su trámite parlamentario en el Congreso, tras rechazarse en el pleno las enmiendas a la totalidad presentadas por la derecha.
“El nuevo impuesto cumple las condiciones de equidad, capacidad recaudatoria y eficiencia”, defendió Antonio Hurtado, en su intervención en nombre del Grupo Socialista. Aclaró además que “este impuesto no lo van a pagar los ahorradores o inversores, es mentira, el sujeto pasivo son los intermediarios financieros”, subrayando que “lo pagaran los bancos y no la clase media de este país”.
Criticó las enmiendas a la totalidad presentadas por la derecha, especialmente la incongruencia del PP, que “dicen sí cuando gobiernan, cuando no gobiernan, no”, recordó en referencia a que Montoro y el Gobierno del PP ya lo incluyeron en el programa de estabilidad 2014-2015 que remitió a Bruselas. “¿Tienen memoria?”, preguntó, denunciando que los populares “no bajaron, subieron todos los impuestos, aprobaron una amnistía fiscal para los defraudadores y legalizaron el fraude en este país”.
Sistema fiscal desequilibrado
Frente a la actitud de la derecha, el diputado socialista celebró que tras el día “histórico” de ayer con la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, hoy se afronte el “grave problema estructural” que supone el tener “un sistema fiscal desequilibrado”, con ingresos insuficientes y que cargan principalmente sobre la clase media y trabajadora. Y aplaudió que aunque haya que ir “tributo a tributo”, se adopten medidas fiscales “para contrarrestar estas dos deficiencias” y “reportar más ingresos públicos y no con cargo a la clase media trabajadora”.
Nuestro sistema fiscal tiene una presión fiscal del 39,1, con respecto a los 28 de la UE 7,1 puntos menos y 7,4 puntos menos que la zona euro, describió Hurtado, para advertir de que “en presión fiscal estamos en el furgón de cola con Rumania, Letonia, Bulgaria y Malta”, dijo, preguntando a la derecha si ese es el lugar que nos corresponde, cuando estamos a más de 14 puntos de Dinamarca y a 13,5 de Francia.
“¿Dónde quieren estar ustedes, en el furgón de cola, o nos merecemos estar en la cabeza, en el grupo de cabeza?”, preguntó, subrayando que “no se trata de presión fiscal, sino de que estos países tienen un Estado del bienestar más sólido, una economía más potente, son los que tienen mayor calidad en su empleo”. “Aquí queremos estar, nos merecemos un sistema fiscal acorde”, concluyó.