CURIOSIDADES

El viaje europeo a Marte para recoger muestras empezará en julio de 2020

La segunda misión ExoMars, formada por un robot explorador y una plataforma científica de superficie llegará a Marte en marzo de 2021

La humanidad se ha propuesto el reto de llevar al primer hombre a Marte en la década de 2030, si bien aún queda mucho trabajo e incógnitas que resolver para que un humano pise nuestro vecino rojo. Es por ello que no se dejan de suceder misiones marcianas, como InSight Mars Oddysey, ambas de la NASA. La próximo turno le toca a la Agencia Espacial Europea (ESA), que lanzará su primer rover marciano en julio del año que viene bajo el paraguas del programa ExoMars, que lleva en marcha con luces y sombras desde principios de los 2000.

El primer viaje comenzó hace 16 años, en 2003, con el lanzamiento del orbitador Mars Express, que ha proporcionad espectaculares fotografías de la superficie marciana. Después, en 2016, la ESA logró colocar el satélite para el estudio de Gases Traza (TGO) -aunque no pudo aterrizar el módulo Schiaparelli, lo que empañó un poco el éxito de la misión-. Ahora, ExoMars 2020 recorrerá la superficie de Marte con el fin de reconstruir su historia y descubrir si existe o ha existido alguna vez vida.

De momento, TGO, que con sus 3,7 toneladas es la nave más pesada que opera hoy en día en Marte, se encuentra analizando la atmósfera del planeta con un nivel de detalle sin precedentes, y elabora un censo de los gases presentes para averiguar si alguno de ellos tiene origen biológico o geológico. El satélite también ofrecerá un mapa global de la distribución del agua, en forma de hielo o de minerales hidratados, en el subsuelo poco profundo del planeta.

El TGO también es un proveedor clave de servicios de retransmisión de datos para el módulo de aterrizaje Insight y el róver Curiosity de la NASA. Será el principal relé de comunicaciones para la segunda misión ExoMars, formada por un robot explorador y una plataforma científica de superficie. Esta misión se lanzará en julio de 2020 y llegará a Marte en marzo de 2021. El TGO ya se está preparando para ello: el mes que viene efectuará ajustes en su órbita para asegurarse de estar en la posición correcta para dar soporte a la entrada, el descenso y el aterrizaje del módulo de descenso.

Tras alejarse de la plataforma de superficie y estudiar sus alrededores, el róver de ExoMars, bautizado Rosalind Franklin, se trasladará a lugares de interés científico para examinarlos. Tomará muestras a dos metros bajo el suelo, donde habrán estado protegidas de la potente radiación que bombardea la superficie, para analizarlas a bordo de su avanzado laboratorio en busca de señales de vida.

El róver Mars 2020 de la NASA también amartizará a principios de 2021 para explorar el delta de un antiguo río. Más allá de sus objetivos científicos, recogerá y almacenará muestras de suelo en recipientes del tamaño de un bolígrafo, listos para su recuperación y retorno a la Tierra: el siguiente paso lógico en la exploración robótica de Marte.

Traer piezas de Marte

El concepto de Retorno de Muestras de Marte requiere tres misiones distintas y un esfuerzo internacional, del que Europa es socio clave y el róver 2020 de la NASA constituye el primer paso. La ESA está estudiando ideas para un róver de recogida, pequeño y ágil, que recupere las muestras guardadas y las deposite en un contenedor del tamaño de un balón de fútbol para su lanzamiento desde una plataforma de aterrizaje y un vehículo de ascenso desarrollados por la NASA. Una tercera misión estaría formada por una nave de la ESA que se enviaría de la Tierra a la órbita marciana para localizar el contenedor en órbita, capturarlo y traerlo de vuelta a nuestro planeta.

El orbitador de retorno a la Tierra empleará tecnologías heredadas de la misión científica más reciente de la ESA, BepiColombo: la propulsión eléctrica y los módulos multietapa separables. Para capturar el contenedor de muestras, también empleará tecnología de localización autónoma heredada de los vehículos automatizados de transferencia europeos que han llevado hasta la Estación Espacial Internacional suministros, combustible y oxígeno.

Al igual que en el caso de las rocas lunares, la recuperación de muestras marcianas constituirá un hito en la exploración espacial. Durante esta primera misión de retorno de muestras de Marte se podrían recoger unos 500 gramos de material procedente de distintos puntos. Una vez de vuelta en la Tierra, las muestras se tratarían en instalaciones especiales, garantizando así el cumplimiento de los requisitos de protección planetaria. «Traer muestras a la Tierra permitirá llevar a cabo estudios que resultan imposibles en los laboratorios en miniatura de los róveres, por muy sofisticados que sean. Y lo que quizá sea aún más importante, hará posibles nuevos descubrimientos a medida que las técnicas de análisis mejoren con el tiempo», afirman desde la ESA.

La importancia antes del hombre

«Yendo aún más lejos, el entorno marciano debe comprenderse mejor antes de que los humanos visiten el planeta. La recuperación de muestras no solo tiene valor científico, también ayudaría a evaluar los peligros relacionados con el polvo del suelo, algo relevante para la salud humana y para el funcionamiento de equipos de ingeniería en un entorno polvoriento. Las muestras también darían cuenta de cuál es la mejor forma de usar recursos en el planeta, un aspecto esencial para poder crear un entorno autosuficiente para estancias de larga duración en Marte», afirman desde la ESA.

Europa también participa en la misión Martian Moons Exploration (MMX) de la JAXA, que estudiará las dos lunas marcianas y traerá a la Tierra una muestra de Fobos, para así comprender mejor su origen.

«Aunque seguimos maximizando el retorno científico de nuestros dos orbitadores marcianos, también nos estamos preparando para el aterrizaje y desplazamiento seguros por la superficie del planeta», explica David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA. «Para garantizar nuestro futuro en la exploración de Marte, con vistas a la exploración humana del Planeta Rojo, ya estamos planificando los próximos pasos lógicos: una misión robótica de retorno de muestras, que sería el primer viaje de ida y vuelta a la superficie marciana. La misión Mars 2020 de la NASA pronto dará el primer paso de esta difícil misión. Nosotros queremos acabarla».

Vía: ABC

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