“Sin duda, supondrá una extraordinaria promoción para nuestro patrimonio cultural y para la ciudad de Elche”, ha manifestado el alcalde Carlos González
El alcalde Carlos González, y la directora provincial de la ONCE, Estela Medina, han presentado esta mañana en la Sala del Consell del Ayutamiento de Elche el cupón del popular sorteo que organiza la entidad para el 13 de marzo, en el que aparecerán Calendura y Calendureta en el contexto de la serie ‘Ciudades en punto y hora’, que reunirá 50 relojes con solera de todo el país, desde el 11 de marzo hasta el año 2020.
González ha reconocido a la ONCE por su apuesta por incluir a los famosos autómatas de madera en el cupón, en una decisión que ha calificado de trascendente para la ciudad: “Sin duda, supondrá una extraordinaria promoción para nuestro patrimonio cultural y para Elche”, y ha manifestado la buena salud de las relaciones entre el Ayuntamiento y la Organización, dado que no es la primera vez que los cupones exhiben elementos de la tradición y el patrimonio ilicitano. “Calendura y Calendureta son más que un simple reloj al formar parte de la historia de Elche”, ha declarado el alcalde, calificándolos de iconos urbanos: “En el siglo XXI ya no es posible verlos desde cualquier punto de la localidad debido al crecimiento urbano. Pero son un símbolo que tienen el afecto y la simpatía de todos los ilicitanos”.
Medina, que considera el gesto “la forma de agradecerle a los ilicitanos y al Ayuntamiento su colaboración, puesto que sin ellos no obtendríamos ingresos para la obra social con discapacitados y para promocionar la igualdad de oportunidades que realizamos”, ha puntualizado que cinco millones y medio de cupones llevarán por toda España la imagen de Calendura y Calendureta.
Un reloj con historia
González ha rememorado la trayectoria de los dos muñecos articulados de madera, bautizados en un principio como “Miguel y Vicente”, y fabricados en 1759 por el relojero ilicitano Alfonso Gaitán. Se emplazaban en la muralla original, en la Torre de la Vela, hasta que en el siglo XIX se decidió “jubilarlos” para trasladar el reloj hasta el ala poniente del edificio consistorial. El clamor popular lo devolvió a su ubicación primigenia, activando de nuevo a Calendura y Calendureta. “Es un vestigio Medieval único, ya que es de los pocos relojes con autómatas que quedan en España”, ha concluido el alcalde.