Tras múltiples tareas y contactos con la Gendarmería francesa y sus familiares se logró concertar una cita y convencerlo de su regreso, al encontrarse en tratamiento médico
El día 14 de septiembre, se dio aviso a través de la Sala de Operaciones (092) de la presencia de un varón desorientado y con algún tipo de problema en la zona de La Galia. Desplazada una UTE localizaron al individuo de unos 37 años, de origen francés y sin antecedentes, que manifestó haber perdido su documentación. Así mismo indicó haber llegado conduciendo un vehículo, no pudiendo concretar si lo “había perdido” u olvidado su paradero. Atendiendo a las condiciones meteorológicas, se gestionó la posibilidad de dormir en el albergue de Cáritas y su traslado a Comisaría para presentar denuncia, si procediese, por la desaparición de su turismo y documentación.
Al día siguiente, el oficial de la UTE actuante se interesó por la situación de esta persona, confirmando por los registros de servicios una actuación en la que fue trasladado al Hospital General, para posteriormente acudir a presentar denuncia por la perdida de su documentación personal. Al detectar esta anómala situación, la patrulla inició gestiones paralelas con el Centro de Coordinación Policial y Aduanera de La Junquera para la obtención de más datos. Esta gestión fue positiva y pudieron confirmar que constaba una búsqueda internacional Schengen en vigor desde el día 3 de octubre con un señalamiento de situación personal especial.
Comunicado nuevamente la presencia del afectado en el Hospital, volvieron a entrevistarse con él y gestionar mediante Cáritas ducha, ropa limpia y merienda, se trasladó al departamento SIRENE de Madrid su ubicación. Al ser mayor de edad y no desear el implicado volver a su domicilio no se derivaron más acciones a realizar.
No obstante, insistiendo en lo peculiar del comportamiento de esta persona y su precaria situación en España, y pese a no poder apoyarse en el consulado de francés en Alicante al estar cerrado, los agentes de la UTE iniciaron comunicación directa con la Gendarmería de Lunel (Francia). Pese a las trabas idiomáticas, la colaboración entre Cuerpos permitió localizar a los familiares, que tras conocer el paradero de, en este caso, su hermano, afirmaron que sus padres se desplazarían a España al día siguiente.
Gracias a la inestimable colaboración y apoyo logístico de Cáritas, el implicado pudo pasar una nueva noche su albergue y concertar una cita en sus instalaciones con la familia. Recibida la familia, se puso en su conocimiento todo lo actuado, aclaran que su hijo sufre un trastorno metal que requiere medicación, mostrándose sorprendidos de haber llegado tan lejos (a casi 1.000km de su ciudad). En el momento del emocionado encuentro, tras un primer momento de duda, gracias a la intervención de los componentes de la UTE con los que había establecido una estrecha relación de confianza, el implicado toma la decisión de volver con su familia a casa.